- Año: 2015
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Fotografías:David Butler, Tim Crocker, Paul Fuller
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Proveedores: VEKA, VMZINC
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Winkley Workshop es una nueva residencia de tres plantas y 2 dormitorios en un sitio de 12 m de largo por 3,7 m de ancho. En este pequeño terreno, se ha logrado construir una casa abierta, de 2 dormitorios, con una fuerte interconexión entre espacios internos y externos .
Con el fin de dar cabida a las áreas internas y externas necesarias la huella original se extendió con la excavación de un nuevo sótano y la prolongación del techo, el cual tuvo que ser acomodado según ángulos de luz del día para proteger las propiedades vecinas. Hacia la calle, el edificio es una adición modesta, pero al entrar se revela la amplitud y la escala de la propiedad. Para cada planta el layout fue dispuesto dando prioridad a disfrutar el espacio de acuerdo a su uso.
El diseño fue concebido como una secuencia vertical de lo público a lo privado. En el sótano se encuentran la cocina, el comedor y el living, abiertos como una extensión del patio. Un piso de ladrillo en espiga desemboca en el patio privado trasero con un vacío de doble altura y acristalamiento de gran tamaño para desdibujar la demarcación con el interior, lo que permite una buena iluminación y vistas al nivel inferior.
El entrepiso está conectado con el nivel del sótano a través de una estantería de libros que se enfrenta al vacío de doble altura. Una partición de cortina permite flexibilidad a la función de la sala como una extensión del living o un dormitorio privado.
Un plan maestro de planta abierta con baño en el nivel superior, conduce a un balcón privado, continuando la búsqueda de luz natural que distingue a la residencia.
La propiedad es abierta y voluminosa, lo cual es logrado a través de la interacción estratégica de las placas de piso que permiten líneas de visión a través de la casa. Los servicios y equipos funcionales de la casa se encuentran fuera de la vista bajo las escaleras o en zonas con niveles pobres de luz diurna; dejando sin obstáculos y llenas de luz las zonas de estar y dormitorio. Las paredes internas se evitaron deliberadamente para mejorar la percepción de apertura, y por lo tanto el uso de cortinas y carpintería es la tónica para delimitar espacios y lograr privacidad.
La presencia mínima de paredes interiores y el uso de recortes y retranqueos en las placas de piso, en conjunto con el abundante acristalamiento, dan una sensación de ligereza y apertura que desmiente la escala de la propiedad y la densidad del ambiente urbano que la rodea.